jueves, 21 de octubre de 2010

Anorexia Infantil


La anorexia infantil es un motivo muy frecuente de consulta al pediatra, fuente de graves conflictos familiares y causa de hondas preocupaciones. Para muchos padres, el término anorexia les parecerá de extrema gravedad, probablemente por asociación con la anorexia nerviosa del adolescente, un cuadro clínico radicalmente distinto que aparece en otro momento de la vida (cercano a la pubertad) y con importantes implicaciones psiquiátricas y somáticas. En realidad anorexia, es la palabra con la que designamos técnicamente la falta de apetito. Simple y llanamente.

Podemos decir que un niño sufre este tipo de anorexia esencial cuando existe dificultad persistente para comer adecuadamente (esto es, con incapacidad significativa para aumentar de peso). Consideramos que el trastorno es persistente cuando nos lo encontramos sistemáticamente todos los días durante, al menos, un mes y siempre que no exista una enfermedad orgánica, un trastorno mental importante o una falta de disponibilidad de alimento que lo justifiquen. El problema suele aparecer antes de los 6 años, aunque puede prolongarse durante más tiempo.

Cuando analizamos las causas del estancamiento de peso vinculadas a falta de apetito, nos encontramos que sólo el 20 al 35 % de los niños que no consiguen ganar peso tienen un problema orgánico tangible y más del 50 % tienen dificultades en el entorno familiar, social o psicológico. El resto, son casos en los que no se llega a averiguar la causa nunca, aunque habitualmente mejoran de una forma espontánea e impredecible tras un período más o menos prolongado de tiempo.

También puede ocurrir que un niño rechace algunos alimentos concretos o el mismo hecho de comer por situaciones desagradables vividas con anterioridad. Tal ocurre cuando les hacemos comer bajo presiones o amenazas, convirtiendo un hecho fisiológico (comer) en una lamentable obligación. Desde luego, si castigamos sistemáticamente a un niño para conseguir que se termine un vaso de leche, es harto probable que la acabe aborreciendo para el resto de sus días. En cambio nos maravillamos viendo cómo los niños disfrutan con algunas comidas (casi siempre las mismas para toda la chiquillería), que ya de por sí tienen sabores agradables, y que además ofrecemos en atmósferas gratificantes como bodas, cumpleaños, pizzerías, hamburgueserías o en relación con distintas celebraciones o salidas del ámbito doméstico.

1 comentario:

  1. muy interesante el tema de la anorexia infantil, ya que muchos padres piensan que este trastorno no puede ser comun en sus hijos..
    buen trabajo.=)

    ResponderEliminar